
El filme de Luc Besson se vuelca más al romanticismo que al horror.La adaptación cambia Londres por la París de la Belle Epoque, y Christoph Waltz, en vez de Van Helsing, es un cura.
El filme de Luc Besson se vuelca más al romanticismo que al horror.La adaptación cambia Londres por la París de la Belle Epoque, y Christoph Waltz, en vez de Van Helsing, es un cura.