
Un poema grabado en 1915 sostiene la secuencia más impactante de la película de Danny BoyleZombies, infancia y ritmo marcial en una escena de terror que se vuelve literaria.
Un poema grabado en 1915 sostiene la secuencia más impactante de la película de Danny BoyleZombies, infancia y ritmo marcial en una escena de terror que se vuelve literaria.