 
                Myriam Larousse habló con Clarín desde la ciudad de Tawila, a donde llegan miles de personas, huyendo de la asediada El Fasher, un bastión tomado por fuerzas rebeldes donde es imposible acceder.Niños desnutridos, mujeres violadas y civiles con heridas de bala llegan en masas en Tawila, explica Larousse y arroja un dato estremecedor: la ausencia de hombres entre los desplazados.

 
                     
                     
                     
                    