El actor irlandés de 47 años lleva casi 30 de oficio, pero uno de sus personajes más elogiados fue el cura que sedujo a la protagonista de la ácida comedia británica.Ahora, en la serie furor de Netflix, en blanco y negro, echa mano a otros recursos para moldear al estafador y perverso Tom Ripley, que no tiene piedad.