Hubo cuatro casos en solo un mes. En los últimos actuaron sicarios y la investigación apunta a un respuesta a las requisas en las cárceles santafesinas.En dos escenas del crimen apareció una zapatilla que no era de la víctima.El drama de los taxistas: “Somos el eslabón de inocentes en medio de una guerra que no es la nuestra”, dicen.